El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa de las neuronas, de carácter progresivo y cuyo origen aún se desconoce. El paciente comienza a sufrir pérdidas de memoria y de fluidez en el lenguaje, así como desorientación temporal y espacial, hasta que, en las fases más avanzadas, el enfermo no reconoce a sus allegados y presenta rigidez muscular, desembocando en una situación de dependencia e incapacidad. Una vez identificada la situación, el médico redirigirá el caso a las instituciones adecuadas, a la Administración y a los servicios sociales, para mejorar sus condiciones de vida, dar ayudas al cuidador o facilitar el ingreso en una institución.
Por otra parte, el presidente de la Asociación Mundial de Medicina Genómica y director del Centro Médico EuroEspes de La Coruña, Ramón Cacabelos, ha afirmado que el 38% de los diagnósticos que se hacen de Alzheimer son erróneos, ya que se confunde con otro tipo de demencias. Ha añadido que si se lograra retrasar la aparición de la enfermedad mediante un tratamiento preventivo, supondría “un impacto en la confianza de la gente, retrasar la manifestación de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes”, además de reducir los costes en sanidad. FV
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