Las dietas están a la orden del día, sobre todo en estos meses en los que comenzamos a ver el verano a la vuelta de la esquina. Aunque la motivación de estas dietas es, mayoritariamente, la pérdida de peso para lograr el aspecto físico deseado, el cuidado de la salud al consumir alimentos saludables debería ser una preocupación para todas las personas.
Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Salud este viernes 7 de abril, conviene recordar la importancia de mantener una dieta adecuada a la hora de prevenir algunas enfermedades tan habituales como diabetes, cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, e incluso el cáncer. La Organización Mundial de la Salud ha advertido en diferentes ocasiones que una alimentación insalubre y la falta de actividad física están entre los principales factores de riesgo para la salud en todo el mundo.
En este sentido, la OMS recomienda iniciar los hábitos alimentarios sanos desde los primeros años de vida y alerta sobre el peligro que supone excederse en el consumo de azúcares y grasas que no deben superar el 10%, en el caso de los primeros, y el 30% para los segundos, de la ingesta calórica total. Por ello, es fundamental que la sociedad se conciencie sobre los riesgos de consumir alimentos ricos en este tipo de sustancias.
Ante esta situación, en los últimos años se han lanzado al mercado numerosos productos novedosos que, manteniendo el sabor de los tradicionales, son bajos en sustancias perjudiciales. Es el caso de Yummeat, una marca española pionera en comercializar golosinas 0% azúcar y grasas en España. Juan Perteguer, uno de sus socios fundadores, asegura que con ellas “se ha dado una solución a aquellas personas que han dejado de consumir este tipo de alimentos por temor a las consecuencias para su salud”.
Las golosinas Yummeat son un ejemplo de las respuestas que el mercado de los dulces está dando ante esta problemática. “El objetivo es que la gente no tenga que privarse del delicioso sabor de algunas sustancias como el azúcar, algo que nosotros hemos logrado mediante su sustitución por el maltitol, que conserva en un 90% su sabor dulce pero no sus perjuicios” asegura Juan Perteguer.
