Además de las enfermedades orales más comunes como la caries, la gingivitis o la periodontitis, hay estudios científicos que vinculan la mala salud bucodental con las siguientes patologías:
1.Enfermedades cardiovasculares
Las infecciones graves en las encías son consideradas como un factor de riesgo a la hora de padecer un problema cardiovascular, igual que el tabaco, la dieta o el sedentarismo. Según Conchita Curull esto se debe a que, “a través del torrente sanguíneo, las bacterias causantes de la periodontitis, que es la infección y el sangrado de las encías, pasan a las placas de ateroma, que son las que forman el coágulo que posteriormente podría llegar a taponar una arteria". De ahí el aumento del riesgo de tener un infarto.
2.Problemas durante el embarazo
“Si una embarazada tiene un problema gingival, sobre todo si se trata de periodontitis, existe un mayor riesgo de tener un parto prematuro. Si, además, lo asociamos con el tabaco, el riesgo todavía es mayor”, ha declarado la doctora Curull. En este punto, ha subrayado la importancia de cuidarse la boca durante el embarazo, puesto que los cambios hormonales del embarazo hacen que aumente la tendencia a la gingivitis, es decir, a la inflamación de las encías, o a tener caries.
3.Diabetes
La diabetes y las enfermedades de las encías tienen una relación bidireccional. Un diabético mal controlado tendrá la boca mal porque aumentará el riesgo de padecer infecciones orales. Y al revés, si esta persona tiene una mala salud bucodental, le va a costar mucho controlar el nivel de azúcar en sangre. Extremar la higiene bucal es clave para los que padezcan esta dolencia.
4.Lesiones musculares
Tener una mala salud oral repercute en el rendimiento deportivo. Una inflamación gingival o una muela del juicio mal colocada, pueden provocar inflamación en otras partes del cuerpo como ligamentos, tendones y músculos. A este respecto, Conchita Curull ha añadido que “quienes tiene problemas bucales, se lesionan más a menudo y esas lesiones no se terminan de curar”.
5.Cáncer oral
“Si no tienes una buena salud oral, y además consumes tabaco y alcohol, cuentas con algún diente que se ha roto o una prótesis que roza las mucosas, tienes más posibilidades de tener un cancel oral”, ha declarado la Doctora. Puede afectar a los labios, el hueso maxilar superior o inferior, la lengua, las encías, las mejillas o la garganta. Al igual que en todos los tumores, la detección precoz es clave.
La Dra. Curull ha desvelado además que muchas veces es el dentista el primero que lo detecta en una exploración rutinaria, pues suele manifestarse a través de una pequeña herida, una llaga o un bulto de color rojo y/o blanco que no se termina de curar.