La Dra. Teresa Puerta y el Dr. Pedro Herranz, coordinadores de este grupo, refieren que “las enfermedades de transmisión sexual (ETS), incluyendo el SIDA, representan, a nivel mundial, uno de los principales retos para la Salud Pública”. Existen muchas enfermedades de transmisión sexual que no producen síntomas, de las que muchas veces no hay constancia, y hay que conocer. Por ello, protegerse, conocer las prácticas sexuales de riesgo, se convierte en algo fundamental.
Entre las infecciones de transmisión sexual, la más frecuente es la infección por el Virus del papiloma humano, seguida de otras como son el herpes genital, gonorrea, la infección por Chlamydia, la Sífilis o el VIH. El diagnóstico precoz, consejo preventivo individualizado, diagnóstico y tratamiento de las infecciones de transmisión sexual, son esenciales, según indica el Dr. Herranz.
Según el Dr. del Romero, miembro de este Grupo, la pérdida de miedo al sida, la facilidad para encontrar parejas sexuales a través de Internet (APPs) y la difusión del consumo de drogas recreativas asociadas a las relaciones sexuales (chemsex), incluyendo drogas inyectadas (“slamsex”), utilizando nuevas sustancias psicoactivas (mefedrona, metanfetamina), son factores que se han asociado al aumento de la incidencia de las ITS entre los hombres homosexuales y/o bisexuales”.
La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y su Grupo para la Investigación de las ETS / SIDA, recomiendan a las instituciones estatales y autonómicas vinculadas a la Salud Pública, la necesidad de implementar nuevas estrategias preventivas, dirigidas tanto a la población general, como también, de modo específico, a los “grupos nucleares” en los que actualmente incide de manera alarmante un incremento sustancial de las ETS.
La coordinadora del Grupo incide en que mejorar la educación sexual y las drogas desde la escuela y el uso institucional de las APPs que incidan sobre la prevención de las ETS, dirigidas tanto a la población general, como a los grupos poblacionales más afectados, deberían utilizarse para reforzar las estrategias preventivas con objeto de reducir el alarmante repunte de la incidencia de las ETS en España.