Su misión es sensibilizar a la población sobre esta patología discriminatoria, curable y poco contagiosa, aunque todavía existen muchos prejuicios. Es una enfermedad producida por una bacteria: el bacilo descubierto por el noruego Hansen en 1873. Afecta a la piel, los nervios periféricos y las mucosas de las vías respiratorias altas, siendo esta escasamente contagiosa.
En el contagio de la misma influyen factores socioeconómicos como la pobreza, el hambre y la falta de higiene, variables fundamentales para que se contraiga la enfermedad. El periodo de incubación suele durar de dos a diez años desde la infección e incluso más. Según explica la Dra. Montserrat Pérez, la India está a punto de comenzar las pruebas piloto para el ensayo de la primera vacuna contra la lepra, según anunció Soumya Swaminathan, titular del Consejo de Investigación Médica de India.
La OMS ha elaborado la Estrategia Mundial contra la Lepra 2016-2020, que está estructurada en torno a los tres pilares básicos siguientes: Reforzar la implicación de los gobiernos, la coordinación y las alianzas; detener la lepra y sus complicaciones y acabar con la discriminación y fomentar la inclusión. Las metas son: la ausencia de discapacidades entre los nuevos pacientes pediátricos; una tasa de discapacidades de grado 2 inferior a 1 por 1 millón; que no haya ningún país con legislación que permita discriminaciones por el hecho de padecer lepra.
Los lugares del mundo en los que la lepra está más presente son Asia, Latinoamérica y África. Hoy en día, en India y Brasil se diagnostican el 80% de los nuevos casos de lepra. El objetivo de la OMS entre 2015 y 2020 es eliminar la lepra. Para ello, desde 1995, proporciona de forma gratuita a todos los enfermos de lepra en el mundo un tratamiento multimedicamentoso que trata todos los tipos de lepra de una manera eficaz.