Las personas con fibrilación auricular (FA), la arritmia cardiaca más común, los portadores de válvulas cardiacas mecánicas y quienes sufren de una enfermedad tromboembólica venosa son las que requieren de tratamiento anticoagulante para prevenir la formación de coágulos que pudieran causarle una trombosis o ictus.
Siendo conscientes de las necesidades sanitarias y sociosanitarias de los pacientes anticoagulados en nuestro país, la Federación Española de Pacientes Anticoagulados (FEASAN) ha puesto en marcha una iniciativa denominada “Anticoagulación 360º”, que se desarrollará en diferentes CCAA de la mano de sus asociaciones adheridas y que cuenta con la colaboración de la alianza BMS-Pfizer.
El proyecto se ha iniciado en Valencia con la realización de una mesa de debate multidisciplinar liderada por los pacientes, representados por la Asociación Valenciana de Pacientes Anticoagulados y portadores de válvulas cardiacas (AVAC) y la Associació de Malalts Cardíacs i Anticoagulats d’Ontinyent (AMCA). La reunión ha contado con la participación de distintos expertos del ámbito sanitario con el objetivo de consensuar cuáles deben ser las estrategias necesarias a implementar para mejorar el abordaje de los pacientes anticoagulados en la Comunidad Valenciana.
Tal y como ha manifestado Luciano Arochena, presidente de la Asociación Valenciana de Pacientes Anticoagulados y Portadores de Válvulas Cardíacas (AVAC) y presidente de FEASAN:“Esta iniciativa nace para y por el paciente, ya que además de ser la voz de los que sufren directamente la enfermedad, nuestro propósito es ser la voz que reúna, también, las mejores propuestas de los expertos en el manejo del paciente anticoagulado”.
En la necesidad de reforzar el rol del paciente también ha coincidido Miguel Montés, vocal y portavoz de AMCA: “Llevamos mucho tiempo reclamando medidas en pro del autocontrol del paciente pero nos hemos dado cuenta que las iniciativas individuales no aportan el valor necesario. Por esta razón, hemos puesto en marcha este proyecto para que seamos todos los agentes implicados los que consensuemos cómo mejorar la asistencia de los pacientes anticoagulados y, por tanto, su calidad de vida”.