Después de un verano de sol, playa y piscinas, la salud del cabello se resiente y el pelo se vuelve áspero, seco y sin brillo. Además de las agresiones externas, otros factores como el síndrome posvacacional, los cambios hormonales o no seguir una dieta que proporcione todos los nutrientes esenciales necesarios, hacen que el bulbo capilar se debilite. Esto se traduce en un menor aporte de nutrientes esenciales para el normal crecimiento del cabello y en una disminución de la calidad de la queratina producida, lo que significa un cabello más fino, con menor volumen y densidad.
Desde la farmacia, podemos recomendar al consumidor que desee recuperar el volumen y densidad de su cabello y conseguir una melena bonita y sana cuidar su cuero cabelludo, tanto por dentro como por fuera, porque la salud y la belleza del cabello depende especialmente del estado de su cuero cabelludo.
Alimentos para un cabello sano
La nutrición condiciona la belleza de piel, cabello y uñas, por ello debe ser tenida en cuenta a la hora de cuidar nuestro pelo o melena.La vitamina C presente en el brócoli, el kiwi, la papaya, la grosella... es beneficiosa para aumentar la microcirculación capilar, favoreciendo la oxigenación del cabello para que reciba mayor cantidad de nutrientes.La vitamina D, que encontramos en alimentos como huevos, salmón, leche de soja... debe ser incluida también en la dieta.
Además de las vitaminas, el zinc es uno de los mayores aliados en el crecimiento capilar, contribuyendo al normal crecimiento del cabello y las uñas. El chocolate, las espinacas, la carne de cordero o el germen de trigo son ricos en este mineral. Los ácidos grasos omega 3 son también uno de los nutrientes clave.
El pescado azul, especialmente el atún, el salmón, el rodaballo y las sardinas tienen un alto contenido en ácidos grasos omega 3. Incluyendo en la dieta alimentos como el aguacate, los aceites vegetales y los frutos secos como las avellanas, las almendras y los pistachos, ricos en vitamina E, contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo.
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