La zanahoria cuenta con una elevada concentración de vitaminas (vitamina C –indicada para el cuidado de la piel-, vitaminas del grupo B –que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico- y vitamina E –antioxidante-) y sales minerales (potasio, calcio y magnesio).
Entre todas sus propiedades beneficiosas, la zanahoria destaca, por encima de otras raíces, por contener betacaroteno o provitamina A, cuya acción promueve la producción de melanina y está directamente relacionada con la belleza de la piel. A nivel dermatológico, se recomienda tomar zanahoria a diario para favorecer el bronceado, pero además, para mejorar la elasticidad, la suavidad y la hidratación de la piel.
Además, tiene propiedades diuréticas, por lo que resulta perfecta para ayudar a eliminar toxinas y, en este sentido, combatir problemas de piel, como el acné (tanto ingerida como aplicada en puré a nivel tópico). Asimismo, al ser regenerativa combate el envejecimiento de las células.