El estudio, realizado este mes de mayo sobre una muestra de 2.000 personas, constata que los dolores leves más frecuentes son los de cabeza (el 54% de los encuestados reconocen haber tenido uno), muscular (38%) y articulaciones (33%). Por sexos, prácticamente no se aprecian diferencias en cuanto a tipología del dolor, a excepción del dolor menstrual. Sin embargo, sí que se aprecian diferencias al analizar la incidencia de los dolores, claramente superior entre las mujeres que entre los hombres.
Por áreas geográficas, las zonas de mayor consumo son el sur (76%) y el este (74%), y la de menor Canarias, con sólo un 53%. Madrid y Cataluña recurren casi por igual al uso de analgésicos orales ante un dolor leve.
Por edades, el 24% de las personas que toman analgésicos orales son aquellos que tienen más de 65, aunque seguidos muy de cerca por la franja comprendida entre los 35 y 44 años con un 22% del consumo total. Por lo contrario, los que se encuentran entre los 18 y los 24 años son los que toman menos siendo tan sólo el 8%.
El estudio también refleja que la utilización de analgésicos orales es diferente según el status económico y social, registrándose un uso más alto en la clase baja/media-baja a la que pertenecen el 43% de las personas que los toman; mientras que las que son de clase alta suponen el 32% y la clase media, el 25%.
Ante un dolor leve, el tratamiento principalmente escogido por los españoles es, con diferencia, el de los analgésicos orales (71%). El segundo tratamiento, aunque muy por detrás (20%), son los masajes, el ejercicio, infusiones, terapias calor/frío y terapias alternativas, mientras que el tercero lo forman los analgésicos tópicos (en el 17% de los casos).