Cuando una persona fallece, un mínimo de cinco personas a su alrededor entran en duelo. De ellas, entre un 10 y un 20% tienen riesgo de complicación. "A esta cifra, además, se añaden los duelos complicados y no resueltos del año anterior”, según Izaskun Andonegi, enfermera paliativista y especialista en asesoramiento en pérdidas graves, trauma y duelo IPIR. Andonegi es, además, directora y responsable clínico-asistencial de BIDEGIN, servicio de apoyo al duelo y enfermedad grave avanzada de Gipuzkoa.
Los profesionales de la salud, entre los que se incluye el farmacéutico, acompañan con frecuencia en el día a día a personas que sufren el dolor de la pérdida y la muerte. “La necesidad de responder y actuar en sintonía con la vivencia dolorosa y frecuentemente traumática de las personas en duelo, requiere por parte del personal sanitario implicado habilidades específicas profesionales y humanas, que faciliten los procesos presentes y posteriores al impacto”, subraya Izaskun Andonegi.