Las conclusiones generales muestran que factores como el nivel educativo de los pacientes, el tiempo en tratamiento y el número de medicamentos concomitantes se relacionan con la adherencia al tratamiento antihipertensivo. Los resultados, respecto al cambio en la medicación y la prevalencia de hipertensión arterial no controlada, muestran que los pacientes que han tenido algún cambio en la medicación durante los tres meses anteriores, tienen una peor adherencia a su medicación que aquellos que no han tenido cambio. Así mismo, si este cambio fue a una molécula con distinta apariencia, los pacientes mostraron más probabilidad de ser no adherentes y de tener mayores niveles de presión arterial.
El estudio, llevado a cabo por las investigadoras y profesoras de Farmacia de la UMH, Elsa López Pintor y Blanca Lumbreras Lacarra, ha contado desde sus inicios con la colaboración de Sandoz. Han participado más de 600 pacientes en tratamiento antihipertensivo, atendidos en 40 oficinas de farmacia comunitaria de la provincia de Alicante, y más de 50 farmacéuticos investigadores. La novedad del estudio se centra en la inclusión de pacientes que acuden regularmente a recoger la medicación en su oficina de farmacia, pacientes que en otros estudios son considerados adherentes.
Sandoz, que ha apoyado a este estudio, lleva un tiempo comprometido con la bioapariencia en los medicamentos EFGs como elemento facilitador del cumplimiento terapéutico a los pacientes, y en especial a pacientes de edad avanzada y aquellos con dificultades sensoriales. Los cambios de formas, tamaños y colores pueden constituir una fuente de confusión e insatisfacción susceptible de poner en riesgo la efectividad de los tratamientos.