El CGCFE (Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España) recomienda acudir a los profesionales sanitarios de referencia para evaluar la condición física antes de iniciar una actividad física regular.
Esto es especialmente importante en caso de padecer algún tipo de enfermedad como hipertensión arterial, diabetes, dislipemia, osteoporosis, insuficiencia cardiaca, etc. En estas situaciones debe realizarse una evaluación personalizada de los riesgos y beneficios de cada actividad en cada caso, con el objetivo de realizar una adaptación del ejercicio, seleccionando la modalidad e intensidad más apropiada.
El ejercicio físico debe ser supervisado para evitar las consecuencias de una mala técnica de ejecución, siguiendo las siguientes pautas:
- Ningún ejercicio debe generar molestia o dolor durante la realización.
- Debe realizarse un calentamiento apropiado, con participación de los grandes grupos musculares y con una intensidad creciente.
- Las sesiones de ejercicio deben alternar trabajo aeróbico con trabajo de fuerza, equilibrio y coordinación neuromuscular.
- Deben evitarse ejercicio en rangos extremos de movimiento, con alta carga o que impliquen el mantenimiento prolongado en una misma postura.
- Al finalizar, debe realizarse un enfriamiento basado en movimientos de baja amplitud y estiramientos sobre los principales grupos musculares trabajados.