El 45% de los sondeados considera que el sistema sanitario funciona bien aunque necesita algunos cambios, y la satisfacción con el funcionamiento del sistema sanitario público recibe una puntuación media de 6,31.
Al elegir un servicio sanitario público sobre uno privado, los ciudadanos valoran mejor la tecnología y los medios disponibles, la capacitación del pesonal médico, la información que reciben sobre sus problemas de salud y el trato personal. Así, prefieren un centro privado a uno público en función de la rapidez con que le atienden y el confort de las instalaciones.
Valoración de los hospitales
Solo un 8,7% de ciudadanos que participaron en este sondeo habían estado ingresados en un hospital, al margen de si eran de titularidad pública o privada. De los pacientes que permanecieron ingresados en hospitales públicos, únicamente el 56,4% pudo participar en decisiones sobre su problema de salud y tratamiento.
Por otra parte, al 72,4% de los encuestados le asignaron un profesional al que acudir para cualquier cuestión relacionada con su dolencia, y un 84,3% estima que la atención recibida en el hospital público fue buena o muy buena.
En cuanto a la valoración de la asistencia en hospitales públicos, en una escala de 1 a 10, los ciudadanos destacan el equipamiento y los medios tecnológicos con un 7,84 de media, los cuidados y atención del personal de enfermería con un 7,5, y los cuidados y atención por parte del personal médico con un 7,45.
Le sigue la información recibida sobre la evolución de su problema de salud con un 7,34 y los consejos del médico sobre alimentación, ejercicio, tabaco, alcohol y otros aspectos, con un 7,25. Pero el tiempo de demora para un ingreso no urgente no llega al aprobado; se valora con un 4,71.
Poca información
La información que facilitan los servicios sanitarios públicos es otro de los aspectos que deja que desear. En una escala del 1 -no se facilita ninguna información- al 10 -facilita mucha información-, la media no alcanza el aprobado, salvo en la información que se emite a través de campañas sobre los principales problemas de salud (5,15).
No convence tampoco la información relativa a los servicios sanitarios que se prestan (4,95), la referente a los derechos y las vías de reclamación (4,02), la información sobre las medidas y leyes sanitarias que se aprueban (4,12) y los datos que se facilitan sobre los costes y el buen uso de los servicios sanitarios, que sólo obtienen de media un 4,31.