“En verano es más fácil sufrir episodios de insomnio porque hay más horas de luz solar y por el aumento de las temperaturas. El calor afecta al sueño ya que provoca una alteración de la termorregulación corporal. Estamos más intranquilos y nos movemos más. Así, la temperatura corporal no se adapta, y se entra en un círculo vicioso”, explica el doctor Alberto Sacristán, miembro del Grupo de Nutrición de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC) y vocal de la junta directiva de INFITO. Sin embargo, este especialista desaconseja el uso del aire acondicionado durante la noche. “No es recomendable, y menos de forma directa, porque puede provocar un catarro, anginas e, incluso, contracturas cervicales o lumbares. Sí podemos tenerlo antes para que baje la temperatura del dormitorio”, añade este experto.
Además, el 67% de los encuestados por INFITO reconoce acostarse más tarde en verano que el resto del año, un cambio de hábitos que puede ser muy perjudicial. “Para conciliar el sueño es muy importante seguir una rutina. Como por ejemplo tomar una ducha con agua templada, no leer, ni ver la televisión en el dormitorio. Hay que evitar las cenas copiosas y el alcohol. Y tomar alimentos como plátanos, huevos o leche, que son ricos en triptófanos y van a ayudar también a conciliar el sueño”, explica este especialista. También es importante estar bien hidratados y realizar ejercicio “evitando las horas centrales del día y antes de las 20.00 horas ya que el deporte genera endorfinas y pueden provocar un cierto insomnio”, dice el doctor Sacristán. El insomnio se define como “la incapacidad para conciliar o mantener el sueño”, explica el doctor Sacristán. Según este especialista, dormir poco acarrea consecuencias.
“El insomnio causa diferentes problemas. Lo más habitual es una falta de concentración en el trabajo, cansancio y falta de energía. Pero también puede conllevar ansiedad, estrés o irritabilidad”, recalca. Por ello, puede ser beneficioso dormir una breve siesta. “Aunque las horas de sueño no se recuperan ni en la siesta, ni en ningún otro momento, se puede dormir un rato después de comer, pero nunca más de 30 minutos”, explica este experto.
Según datos de INFITO, el 91% de los españoles preferiría tomar preparados de plantas medicinales antes que medicamentos de síntesis para combatir el insomnio. “Los preparados farmacéuticos de pasiflora, valeriana o amapola de California son muy útiles porque ayudan a conciliar y mantener el sueño, sin los efectos secundarios de otros fármacos que por ejemplo imposibilitan para conducir”, explica el doctor Sacristán.