En relación con sus calorías, la leche y los productos lácteos poseen nutrientes. Son fuente de vitaminas hidrosolubles B1 y B2 y liposolubles A y D. Además, aportan potasio, magnesio, zinc, yodo y fósforo y, de entre los minerales, destaca su contenido en calcio.
Cada vaso de leche (de 250 ml equivalente a una ración) tiene unos 300 mg de calcio aproximadamente (entre el 27 y el 37% del requerimiento medio estimado de calcio). Otros alimentos, como el pescado, algunas verduras, las legumbres o los frutos secos también aportan calcio. Por ejemplo, para ingerir la cantidad de calcio contenida en un vaso de leche, se debe consumir casi medio kilo de espinacas aproximadamente o 150 gramos de almendras por día en la dieta.