Lars Kalfhaus destacó asimismo que “la aplicación de la tecnología móvil en el abordaje del tratamiento de las enfermedades, especialmente en las de tipo crónico, requiere un cambio de modelo, en el que la conectividad de los distintos agentes (profesional sanitario, paciente y gestor) se hacen imprescindibles, yendo más allá de las app. Ello implica la necesidad del desarrollo de estrategias que permitan dar este gran paso”. Por ello, “la industria farmacéutica se enfrenta a un gran reto en esta nueva era de la salud digital”.
A pesar de los beneficios que supondría la implementación del modelo de salud digital, tanto en la mejora de la calidad de vida del paciente como a nivel del ahorro económico que supondría al sistema sanitario, “sólo será posible mediante la adopción de nuevos procesos y flujos de trabajo en la prestación de asistencia sanitaria, incluyendo la interoperabilidad de los distintos sistemas y su integración en los sistemas de información sanitaria.
Mayor eficiencia en el tratamiento del paciente crónico a un menor coste
Más del 70% del gasto sanitario está vinculado a la cronicidad en el sistema sanitario. En el caso concreto de la diabetes, se calcula que un paciente diabético genera el doble de gasto que una persona totalmente sana. Sin embargo, las cifras apuntan que, cuando este paciente no está bien controlado y sufre complicaciones moderadas, el gasto es 6 veces mayor; y cuando éstas son severas, el gasto se multiplica por 23.
Cuanto más estrecho y frecuente es el contacto entre el equipo médico y el paciente, mejores son los resultados de salud. De ahí la necesidad de disponer de las soluciones tecnológicas adecuadas para proporcionar estos contactos más estrechos y más eficaces, generando así resultados de salud a un coste menor.