Muchas veces con las prisas del día a día, el trabajo, las actividades extraescolares, preparar la cena…no tenemos tiempo de nada y las tiendas low cost son nuestras aliadas. Sin embargo, debemos tener en cuenta los siguientes factores:
- Riesgo de inflamación: el principal peligro de los disfraces es el alto riesgo de inflamación. Elegiremos materiales no inflamables y que sean suaves, como el algodón, que evitará roces molestos.
- Etiquetado: revisaremos concienzudamente la etiqueta, en la que tendrán que aparecer los datos del fabricante, por si tuviésemos que efectuar alguna reclamación.
- Materiales antialérgicos: escogeremos materiales que no causen sarpullido en la piel y que le permita transpirar para evitar sudores y temperaturas elevadas.
- Piezas pequeñas: evitaremos las cadenas, colgantes y botones. En otras palabras, piezas pequeñas con las que se puedan atragantar. Si podemos escoger entre velcro y cremalleras, siempre optaremos por la primera, más segura ante las posibles caídas.
- Pinturas: el maquillaje infantil es un complemento perfecto para ultimar el disfraz de nuestros pequeños . Compraremos uno especial para su piel tan delicada y que sea hipoalergénico. Intentaremos no ponerlas en los ojos, ni muy cerca, y seremos muy cuidadosos a la hora de retirarlo.
- Caretas. en las pasadas fiestas de Halloween la Dirección General de consumo de Andalucía tuvo que retirar del mercado varias caretas porque creaban dificultades respiratorias. Si elegimos este complemento, revisaremos que los pequeños puedan respirar correctamente y evitaremos la sensación de agobio.
Por otro lado, si sois creativos, podéis hacer vosotros mismos el disfraz sin tener nociones de costura. El secreto es buscar por Internet tutoriales que os ayuden a coger ideas y que vuestro pequeño sea uno de los más originales.
Carnaval es una buena oportunidad para ser responsables con nuestro planeta. Podéis reciclar materiales, telas o incluso bolsas de basura que tengáis por casa y contribuir al cuidado del medio ambiente.