Asimismo, la piel se siente tirante, y las células muertas acumuladas impiden que la secreción sebácea llegue a la superficie de la piel para lubricar y nutrir la epidermis, dejando la piel seca y sensible. Para proteger la piel de los efectos del frío es necesario mantenerla hidratada.
Para cuidar la piel en invierno hay que seguir los siguientes pasos:
- Exfoliar la piel del rostro es fundamental para eliminar las células muertas y las impurezas. Este ritual debe realizarse semanalmente, utilizando productos específicos.
- Utilizar productos limpiadores para el rostro que se adapten a las necesidades de nuestra piel.
- Emplear un tónico ligeramente astringente, que refresca el cutis, lo entona y vigoriza.
Para restablecer el grado de humedad de la piel del rostro es imprescindible hidratarla. Las cremas ayudan a las zonas más secas a recuperarse.
Para pieles atópicas...
“La llegada del frío provoca lesiones en la piel atópica que pueden potenciarse por el uso de irritantes como jabones, alimentos como la leche, alérgenos ambientales como el polvo doméstico, o infecciones como el Staphylococcus aureus. En esta época del año, es muy importante la aplicación de cremas emolientes de forma continuada, para disminuir la sequedad y el picor que produce, hidratar para compensar la pérdida de agua y reponer las grasas que le faltan”, señala la doctora Mª Àngels Navarro, asesora médica de Multilind.