Son algunas de las conclusiones del estudio "El Círculo de la luz: el Efecto Lunes" que Philips acaba de dar a conocer. El 65,3% de los encuestados afirma despertarse alguna vez a lo largo de la noche y un 35,6% declara que la calidad de su sueño no es buena. Además, un 54,7% de los ciudadanos dice que el reciente cambio de horario de otoño afecta negativamente a su ciclo de sueño.
Los lunes cuesta volver a la rutina
Otro dato a destacar es que más de la mitad de los encuestados (52%) reconoce que los lunes les cuesta incorporase a la rutina. Los ciudadanos afirman que los lunes se hacen más duros porque los fines de semana se levanta más tarde (47%), porque en general les cuesta levantarse por las mañanas (34,4%) o porque los domingos de quedan dormidos más tarde de lo normal (32,5%).
La influencia de la luz en el bienestar
la calidad de luz a la que estamos expuestos día a día puede ser determinante para el “efecto lunes”. La luz, ya sea natural (en esta época del año, el 51,5% de los ciudadanos pasas menos de dos hora expuesto a la luz natural) o artificial influye en nuestro ciclo biológico, que va 30 minutos retrasado respecto el horario natural.
Es por ello que estamos naturalmente inclinados a dormir 30 minutos más cada día. Si este retraso en nuestro ciclo biológico no se regula adecuadamente, a través de una iluminación adecuada para cada momento, al final de la semana nuestro ciclo de sueño y vigilia puede tener un desfase de más de dos horas; lo que desemboca en ese “efecto lunes”.
Al igual que el resto de los animales, el ser humano ha utilizado la luz del sol para regular su reloj biológico de manera inconsciente durante milenios. Como resultado de la evolución el ser humano constantemente ajusta su ciclo de sueño-vigilia, algo que nos permite adaptarnos a la diferente duración de la luz durante el día.