Los expertos en Nutrición consideran el desayuno como la comida más importante del día por ser la primera que realizamos tras pasar, durante el tiempo que dedicamos a dormir, un máximo de 12 horas sin ingerir alimentos después de la cena, pero generando un gasto calórico. El desayuno suministra los nutrientes necesarios para comenzar el nuevo día.
Realizar un desayuno completo cada mañana es un ritual necesario en todas las etapas de la vida, ya que su práctica permite mejorar el rendimiento físico e intelectual, así como la capacidad de concentración. También ayuda al organismo a realizar una correcta distribución de las calorías a lo largo del día y a evitar la sensación de ansiedad que puede llevarnos a comer en exceso al mediodía, con lo que contribuiría a prevenir la obesidad.
Saltarse el desayuno, práctica común tanto en España como en el resto de Europa -donde el 20 % de los ciudadanos no desayuna- o elegir de forma inadecuada los alimentos a ingerir, puede suponer una deficiencia en el aporte de nutrientes esenciales que afecte, no sólo al rendimiento físico e intelectual, sino también al humor y al estado de salud general. Suprimir el desayuno es especialmente preocupante en los niños, el grupo de edad que más energía necesita, pues repercute en su concentración y en su rendimiento escolar.
La presencia de la leche y los productos lácteos dentro de la comida más importante del día es fundamental, ya que se trata de alimentos ricos en nutrientes esenciales, como los hidratos de carbono, las proteínas, el calcio de fácil asimilación, vitaminas y minerales.