Lo aclara Inmaculada Canterla, licenciada en Farmacia y especialista en Nutrición-Dietética, Medicina Antiaging y Dermocosmética. También explica los elementos claves para no envejecer: la alimentación, los antioxidantes y la protección solar.
La alimentación
Una alimentación saludable es el principal hábito que debemos seguir para tener una buena salud física y mental. Una dieta desequilibrada y un consumo energético erróneo producen desajustes metabólicos, oxidación en nuestro organismo y aceleran el proceso de envejecimiento que se verá reflejado en nuestra piel. “La piel es un órgano vivo y como tal es imprescindible saber qué elementos ayudan a mantenerla sana. Algunos alimentos como el aguacate, los frutos rojos, el té verde, el chocolate negro, el brócoli, el pescado azul, y sobre todo el agua van a aportar a la piel sustancias como la Vitamina E, la Vitamina C y la Vitamina A y otros micronutrientes esenciales para el correcto desarrollo del metabolismo celular” nos aclara la experta Inmaculada Canterla. En este sentido, nos recomienda además la suplementación, siempre que esté prescrita por especialistas, con nutricosméticos que aporten Omega3 (EPA/DHA), Colágeno, Ácido hialurónico, Polifenoles, Zinc, Selenio, Cromo, Coenzima Q10, Magnesio... “También hay que tener en cuenta que comer poco y bien es lo que nos aportará un buen aspecto y una bonita piel. En la mujer son necesarios 1.200 Kcal al día y en el hombre 1.800 Kcal. La restricción calórica es la clave”.
Los antioxidantes y la protección solar
Los antioxidantes son moléculas capaces de retardar o prevenir la oxidación de otras moléculas, evitando así que las células se dañen por la emisión de los radicales libres que se producen con la oxidación. Es a partir de los 21 años cuando la producción de antioxidantes comienza a disminuir debido a la exposición a los rayos UV, y con ello, el consecuente envejecimiento de la piel. "Los rayos UV afectan de tal manera que una mujer de 40 años, tras 30 minutos de exposición solar, ve reducida su concentración de vitamina A, C y E en un 90%. Para conseguir así aumentar la necesaria producción de antioxidantes en el organismo y que consigan actuar contra los radicales libres, las claves son: una correcta protección solar y una buena alimentación”, explica. La protección solar no solo es necesaria cuando la piel se expone al sol sino que también es básica “estando en casa, ya que los ordenadores, la tele y la luz desprenden radiación electromagnética visible que también mancha la piel”.