Y es que mantener unos hábitos alimenticios incorrectos afecta a la fertilidad, tanto de mujeres como de hombres. Este análisis revela también que una de cada cinco mujeres no cuida su peso de forma habitual, a pesar de que éste repercute negativamente sobre la capacidad reproductiva. De hecho, hasta un 12% de la infertilidad primaria es consecuencia de alteraciones del peso, en las que la alimentación juega un papel importante.
Este estudio, realizado a través de una encuesta en la que han participado cerca de 300 españolas, muestra el conocimiento y la influencia de conductas saludables para prevenir y evitar problemas en la consecución del embarazo. “Una dieta equilibrada y mantener un peso saludable son factores claves ya que pueden ayudar a la hora de concebir”, afirma la Victoria Verdú, coordinadora de Ginecología de Ginefiv.
“El actual estilo de vida hace que dejemos a un lado productos tan fundamentales como las frutas y verduras, que incorporan componentes importantes para cuidar la fertilidad. Por ejemplo, una deficiencia de vitamina C en la dieta del hombre puede contribuir en la fertilidad espermática reducida, así como la ingesta insuficiente de ácido fólico se asocia a una mayor posibilidad de aborto espontáneo en las mujeres”.