Los acuerdos a los que se ha llegado consolidan la labor asistencial de los farmacéuticos en la atención a los pacientes, en colaboración con el resto de profesionales sanitarios, en un equipo multidisciplinar que permita una continuidad asistencial y la atención sanitaria integral al paciente, especialmente en mayores, crónicos y polimedicados.
En relación con el Pacto por la Sanidad, el documento reconoce la imprescindible colaboración de la Red Asistencial de Farmacia con el Sistema Nacional de Salud, y la labor asistencial de los farmacéuticos, como profesionales sanitarios, en las estrategias y programas de salud pública y en el seguimiento farmacoterapéutico. Una Red Asistencial de Farmacias basada en una planificación que genera cercanía y accesibilidad; una propiedad/titularidad del farmacéutico que otorga profesionalidad e independencia en el ejercicio; y una concertación universal, que asegura la equidad e igualdad efectiva en el acceso al medicamento a todos los ciudadanos.
En cuanto al Desarrollo Profesional, se aborda el actual marco de competencias del farmacéutico en sus diferentes facetas de la práctica asistencial, las necesidades en formación, servicios profesionales farmacéuticos y normalización de la práctica, desarrollo y promoción profesional, así como la acreditación de competencias, la certificación profesional y el registro estatal de profesionales sanitarios.
En el ámbito de la Gestión Clínica, incorpora a los farmacéuticos en los equipos de salud, trabajando en la Gestión Clínica, herramienta fundamental para reforzar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar su eficacia. Asimismo se desarrollan propuestas en relación con la Gestión Clínica en el ámbito de la Farmacia Asistencial, la gestión del conocimiento y utilización de las nuevas tecnologías, la necesidades de formación, la investigación evaluativa, la prestación farmacéutica al paciente crónico, y la red de farmacias en el marco de colaboración de centros públicos y privados.
FV
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