Papel que se ve aumentado por el lugar que ocupa el farmacéutico comunitario en el sistema sanitario, como último eslabón antes de que el tratamiento llegue al paciente. Pero, además, las nuevas tecnologías permiten a la farmacia no sólo detectar errores, también prevenirlos, mejorando los procesos de comunicación entre los profesionales de la cadena y con el propio paciente, cuyo deficiente desarrollo es la causa principal (más del 56%) de los errores de medicación que se han detectado en este estudio. En 2008, el estudio APEAS del Ministerio de Sanidad detectó que el 48% de los eventos adversos en Atención Primaria estaban relacionados con errores de medicación y, más importante, un 70% eran evitables.
El estudio sobre detección de errores en la medicación se ha llevado a cabo en una farmacia de la barriada sevillana de Torreblanca en la que se analizaron más de 5.000 dispensaciones durante un periodo de tres meses. La población objeto del estudio estuvo formada por todas las personas que acudían a la farmacia, bien fueran a retirar la medicación, prescrita o por indicación farmacéutica, o a comprar algún medicamento para su automedicación.
Se detectaron más de 1.200 errores, de los cuales más de la mitad se originaron en un centro de Atención Primaria (52% de los casos, el origen estaba en el médico prescriptor). Apenas el 3% de los errores tenían su origen en el farmacéutico, lo que se explica, según el estudio, por la utilización de herramientas de apoyo en la dispensación y la incorporación paulatina de programas de calidad en la oficina de farmacia.
El 60% de los errores detectados se concentraron en tres grupos de medicamentos (sistema nervioso, riesgo cardiovascular y digestivo). Respecto al perfil del paciente, más del 40% de los errores de medicación detectados en el estudio se producen en mayores de 65 años y más del 70% en polimedicados. FV
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