Desde su aparición en 1954, son muchas las generaciones que han confiado y siguen confiando en Tiritas, las de toda la vida. Los diferentes packagings han jugado un papel clave, vinculándose a las tendencias gráficas del momento, hasta convertirse en casi un símbolo generacional: desde las primeras Tiritas al mercurocromo, pasando por el niño de las Tiritas, hasta la actual caja blanca. Imprescindibles en cualquier botiquín doméstico han evolucionado con los tiempos pero sin perder en ningún momento su popularidad entre los más pequeños.
“Su éxito se debe a su buena adhesión sin pegarse a la herida y dejando transpirar la piel. Además, gracias a la amplia gama materiales, formas y tamaños, son las que mejor se adaptan a las distintas necesidades”, explica Marc Pérez Pey, director general de Hartmann España.
Actualmente se fabrican en España 600 millones de unidades para abastecer al mercado nacional e internacional, siendo la fábrica española centro de competencia mundial, innovación y desarrollo. FV
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