Correr es una búsqueda de sensaciones, un camino para experimentar la libertad. Además de los motivos emocionales, hay otros buenos motivos para practicar el running. El principal, que ayuda a combatir enfermedades. Correr previene patologías cardíacas. Aumenta las endorfinas, que son las hormonas del buen humor, ayuda a dormir mejor y a regular el ritmo intestinal.
Salir a correr, además, ayuda a consumir calorías, acelerando el metabolismo y ayudando a las personas a perder peso en aquellas zonas donde suelen acumularse unos kilos de más: abdomen, en el caso de los hombres, y cartucheras y glúteos, en el caso de las mujeres. Corriendo se tonifican los músculos y se mantiene un estado físico saludable.
En este contexto, la oficina de farmacia reúne todas las condiciones para convertirse en el punto de información y servicios de salud más inmediato para las personas que practican este deporte, y que quieren hacerlo con todas las garantías y con el asesoramiento de un profesional que, ante todo, se preocupará por su salud. Además de ayudar a prevenir lesiones, el farmacéutico puede ayudar al deportista con otros servicios, como el de nutrición. FV
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