El 46% de los españoles tiene una enfermedad crónica. La consecuencia del progresivo envejecimiento de la población, unido a unos hábitos de vida poco saludables, ha sido la mayor incidencia de enfermedades crónicas como la diabetes, el cáncer o la insuficiencia cardiaca, entre otras, donde la prevención, el abordaje multidisciplinar, la atención ambulatoria, el seguimiento de los pacientes y el autocuidado serán claves para la sostenibilidad del sistema sanitario.
En este marco, el farmacéutico comunitario tendrá un papel decisivo por su experiencia en farmacología y su cercanía y accesibilidad con el paciente en la información y formación sanitarias, así como en la prevención y la detección precoz de las enfermedades crónicas.
El objetivo de la colaboración entre ESTEVE y el CCFC es, precisamente, impulsar una serie de actuaciones llevadas a cabo desde la oficina de farmacia y dirigidas a los ciudadanos para mejorar la atención al paciente crónico y el uso de los medicamentos. En este sentido, ambas entidades desarrollarán proyectos de investigación o de formación para profesionales de la salud, de atención integral e integrada de la enfermedad y de educación sanitaria a los pacientes crónicos.
Todo ello implicando al farmacéutico, poniendo en valor la importancia de su rol y de las distintas funciones asistenciales que desde la oficina de farmacia puede realizar en cronicidad. La primera actividad, ya puesta en marcha este mes de febrero, es un curso para farmacéuticos de oficina de farmacia centrado específicamente en las áreas estratégicas del Plan de Salud 2011-2015. FV
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