La coloración capilar cobra protagonismo en caso de canas indeseadas o raíces canosas. La elección del tono adecuado en este caso, para cada tipo de piel, personalidad y circunstancia, es vital para lucir impecable.
- Fototipos I y II: corresponden a personas pelirrojas y/o rubias, de tez blanca o muy blanca, delicada y sensible. Los tonos oscuros en este tipo de piel tienden a endurecer las facciones, por lo que si no se utiliza maquillaje para compensar y suavizar, no son recomendables. Se aconsejan los castaños y rubios en todas sus variantes (fríos, dorados, claros, oscuros…).
- Fototipo III: es el más común y corresponde a personas con cabellos castaños y tez intermedia. En este caso, se amplían las posibilidades, ya que este tipo de piel permite jugar más con los distintos tonos, aunque los más demandados son los marrones y los ámbar.
- Fototipo IV y V: pertenecen a las personas de cabello moreno o negro y de tez oscura. Los tonos muy claros no son recomendables, ya que difuminan las facciones. Lo ideal es aplicar tonos rojizos, marrones o cobrizos. FV
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