En origen desarrollada para el tratamiento de la hipertensión y la angina de pecho, durante los estudios de fase I se sugirió que también podía inducir notables erecciones. El resto es historia. Y no sólo historia de la medicina moderna, también de la sociología y de la sexualidad, ya que su comercialización en España produjo una auténtica revolución sexual, sólo comparable a la que tuvo lugar tras la aparición de la píldora anticonceptiva.
Así lo entiende la doctora Ana Puigvert, expresidenta de la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (ASESA), quien considera que su aparición trajo consigo la revolución sexual masculina: "Se desmontaban tabúes como que la disfunción eréctil era producto de la edad. A partir del lanzamiento de sildenafilo, los hombres de más de 65 años podían recuperar su actividad sexual, se empezó a hablar de salud sexual y de disfunción eréctil en los medios de comunicación".
Fue entonces cuando se empezaron a "romper barreras" y se vio que la disfunción eréctil se podía tratar. Se puso de relieve que la disfunción eréctil, mal llamada por muchos hasta entonces "impotencia", era más frecuente de lo que se admitía, y que aunque su prevalencia aumentaba conforme avanza la edad, no debía ser considerada como parte del envejecimiento. Su aparición contribuyó a educar a los hombres sobre la importancia de "cuidarse" y "acudir a consulta". Tras su lanzamiento empezó a aumentar el número de hombres que consultaban por disfunción eréctil y, mediante la visita, se detectaban pacientes afectos de hipertensión arterial o diabetes.
El diagnóstico de la disfunción alerta de otros trastornos. Por ello, los expertos animan a los hombres a ir al médico y hacerse revisiones a partir de los 40 años, una labor en la que se continúa trabajando a día de hoy. De acuerdo al estudio Epidemiología de la Disfunción Eréctil Masculina (EDEM), la disfunción eréctil afecta al 12% de los hombres entre 25 y 70 años y al 26% entre los 40 y los 70. Muchos pacientes son todavía reacios a consultar al médico, ya sea por temor, vergüenza o por la creencia de que la disfunción eréctil es normal en la edad avanzada. De hecho, en la actualidad, y de acuerdo a distintos estudios, sólo el 20-40% de los hombres afectados hablan de ello con su médico. FV
{jcomments on}