Fernández comenzó hablando del fenómeno social llamado “envejecimiento del envejecimiento”, es decir, el hecho de que en la última década se haya incrementado notablemente la población mayor de 80 años, situación que a su vez genera mayor probabilidad de esperanza de vida. En España, por comunidades, Cataluña, Andalucía y Madrid son las que cuentan con más personas mayores.
El envejecimiento es el “proceso que hace más vulnerables a los adultos, por su mayor dificultad de reparación celular”. En cuanto a la sintomatología, cada proceso o enfermedad sufrida durante la vida sustrae expectativas de vida. Con los años, envejecen todos los órganos: el sistema cardiovascular, el aparato respiratorio, digestivo, endocrino e inmune, y disminuye la capacidad cognitiva. Los factores del envejecimiento dependen de las situaciones personales, ambientales y sociales.
Según el doctor, en razón a su situación, las personas mayores pueden ser clasificadas como sanos (viven en casa, sin geriatra); enfermos (con achaques, con médico general); frágiles (con médico y apoyo de especialista para prevenir la dependencia); y dependientes (con todo lo que ello conlleva). Estos factores predicen la mortalidad de los individuos y su peor edad. Los frágiles tienen mayor probabilidad de acabar en una residencia.
La alimentación es la clave
Fernández continuó hablando de la importancia de la alimentación en el proceso de envejecimiento. Según un reciente estudio, la mayoría de nuestros mayores están bien alimentados cuantitativamente, pero tienen deficiencias cualitativas (beben poca agua, tienen déficit de vitamina D, falta de calcio, consumen pocas frutas y verduras y abusan de las grasas saturadas).
También aludió al perjuicio de alimentos muy energéticos pero poco nutritivos como los dulces, que oxidan rápidamente las células. La sal es otro enemigo a evitar, fijando un nivel máximo de 7 gramos por persona al día, y recomendando evitar los precocinados.
El doctor Fernández subrayó la importancia de la actividad sexual, ya que se trata de una función más del organismo que mejora de la afectividad y la autoestima.
“Todos estos consejos suponen que hay que evitar rumiar lo negativo, pues acelera notablemente el envejecimiento. Hay que ir adaptándose a los tiempos, evitando el estrés, que hace aumentar los radicales libres y perjudica al sistema inmunológico”, concluyó Fernández. FV
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