Los beneficios de dejar el cigarrillo y comenzar una vida saludable, acompañada de una dieta equilibrada, son múltiples. La frecuencia cardiaca de un adulto activo se sitúa entre los 60 u 80 latidos por minuto, mientras que en individuos sedentarios con factores de riesgo cardiovascular como los fumadores es de 100 latidos por minuto.
Andar 20 minutos favorece la condición aeróbica, disminuye la presión arterial y el colesterol; 25 minutos de trote mantienen la condición cardiaca; 20 de natación incrementan la masa muscular y estimulan el sistema cardiovascular; y 20 de ciclismo ayudan a la ventilación pulmonar.
El ejercicio, combinado con una dieta rica en hidratos de carbono, antioxidantes y potasio, contribuye a la recuperación del sistema pulmonar y cardiovascular, a la vez que se crea una rutina progresiva diaria que ayuda a no depender de la nicotina.
El ejercicio físico es clave para eliminar la ansiedad y los posibles problemas de sobrepeso que en algunas personas puede originar dejar de fumar. La nicotina aumenta la frecuencia cardiaca, lo que hace que el metabolismo funcione más rápido y haya un mayor gasto de energía. Hacer deporte combate el problema, además de mejorar la autoestima y disminuir el estrés.
El médico, una ayuda clave
En base a los datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco, ya sea directa o indirectamente, es responsable de más de cinco millones de muertes al año en todo el mundo (más que la combinación de tuberculosis, malaria y VIH).
La Guía Europea de Prevención Cardiovascular hace especial énfasis en el papel activo que desempeñan los profesionales sanitarios en la promoción de un estilo de vida cardiosaludable, basado en la actividad física y en el abandono del tabaco en los fumadores. Además, ante la dificultad física y psicológica que representa el dejar de fumar, las terapias de cesación tabáquica que incluyen tratamientos farmacológicos se han convertido en un pilar básico de ayuda. Se estima que una breve conversación de entre dos y cinco minutos de duración con el médico incrementa significativamente las posibilidades de curación, llegando incluso a duplicarlas. FV
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