Una visita al especialista tras el verano ayudará a resolver posibles problemas en los ojos, especialmente si no se han tomado las precauciones adecuadas en la época estival. “Es difícil precisar y cuantificar en qué medida afecta el sol al funcionamiento ocular, pero sí existen datos que nos permiten relacionar la exposición solar con la formación de cataratas y con enfermedades degenerativas de la retina como la degeneración macular asociada a la edad”, explica el Dr. Enrique Cervera, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital General de Valencia.
Para prevenir estos daños, durante el verano, es importante utilizar gafas de sol homologadas. Según el Barómetro Mundial de la Salud Ocular llevado a cabo por Bausch+Lomb, el 84% de los encuestados con trabajo afirman usar habitualmente gafas de sol, frente al 76% de los encuestados que no trabajan. Cuidar la alimentación, evitar la sequedad ocular y cuidar las lentillas también ayudan.
Falta de concienciación
Actualmente no existe una plena concienciación de la importancia de mantener una regularidad en las visitas al especialista. Según se desprende del estudio, un 73% de los encuestados con trabajo dice que no se chequea la vista simplemente porque ve bien y un 71% porque no tienen ningún síntoma. “Una exploración es capaz de dar información sobre el estado vascular del paciente, permitiendo detectar enfermedades como la diabetes o la hipertensión arterial.
Otros datos que podría aportar la visita al oftalmólogo es la detección de la presencia de conjuntivitis o irritaciones causadas por una excesiva exposición al agua de la piscina o del mar, alteraciones de la córnea y los efectos de una excesiva exposición a la luz solar”, asegura Cervera.
Cuida tus ojos en el trabajo
Cada día los adultos pasan un tercio de la jornada en su puesto de trabajo, con el ordenador como principal herramienta. Un 86% de las personas con empleo, según el Barómetro de Bausch + Lomb, afirma conocer los perjuicios para la vista que puede causar el ordenador. Sin embargo, solo el 46% de ellos se realizó un chequeo en el último año.
“Entre los daños que pueden producirse, normalmente por rutinas incorrectas, se incluyen la fatiga visual y la sequedad ocular. La reducción del parpadeo al fijar la vista supone una agresión para la distribución normal de las lágrimas, lo que favorece o predispone a la sequedad”, explica el oftalmólogo. Para evitar este y otros daños para la vista, es importante seguir algunas recomendaciones:
- Situar la pantalla a una distancia de los ojos de 50-55 cm
- Utilizar pantallas TFT
- Ampliar el tamaño de los caracteres en la lectura de documentos y evitar consultarlos si están dentro de fundas transparentes, debido a los brillos que genera el plástico.
- En caso de necesitar gafas o lentillas, utilizarlas.
- La iluminación ha de ser la adecuada, ni insuficiente, ni excesiva y, preferiblemente, natural.
Nuevas tecnologías: tableta y e-readers
La proliferación de nuevos dispositivos como libros electrónicos o tabletas hace que cada vez más usuarios los utilicen en su puesto de trabajo. Hay que tener en cuenta que, cuanto más pequeña es la pantalla, mayor es el esfuerzo acomodativo a realizar. Para no forzar la vista, es importante mantener una distancia mínima de entre 30 y 40 cm entre el dispositivo y los ojos. Además, la mayoría de los dispositivos permiten adaptar el tamaño de la letra, para hacer más cómoda la lectura. FV
{jcomments on}