Con el objetivo de llamar la atención sobre los síntomas de este cáncer y fomentar su detección en los estadios más iniciales para mejorar el pronóstico de la enfermedad, hoy se celebra el Día Mundial del Cáncer de Ovario.
En España, cada año se detectan más de 3.000 pacientes con cáncer de ovario, una enfermedad cuya supervivencia varía notablemente en función del estadio en que se detecte. Por eso, a la hora de afrontar el diagnóstico y el tratamiento, “es fundamental que sean realizados por ginecólogos oncólogos para reducir al máximo la enfermedad residual que pueda quedar tras la cirugía, ya que las pacientes que salen de quirófano sin evidencia visible de enfermedad son las que tienen mejor pronóstico”, comenta Antonio González, jefe del Servicio de Oncología de MD Anderson Cancer Center Madrid.
Aunque las cifras no acompañan (el tumor de ovario es uno de los cánceres con peor pronóstico y representa la sexta causa de muerte por cáncer en la mujer), el futuro es especialmente esperanzador. González lo explica: “En estos momentos hay una intensa y extensa investigación en cáncer de ovario, con nuevas moléculas en desarrollo, que estamos seguros que cambiarán el pronóstico de las pacientes en los próximos años”.
Estos avances vienen de la mano de mejoras en la cirugía y en el tratamiento médico. En concreto, recientemente los especialistas han incorporado al tratamiento con quimioterapia una terapia antiangiogénica con un anticuerpo monoclonal frente a VEGF que mejora el pronóstico de la enfermedad de forma significativa. Además, el Grupo de Investigación en Cáncer de Ovario de España, miembro de otros grupos internacionales, permite canalizar y estructurar ensayos de investigación clínica y traslacional en este tumor, “lo que facilita en gran medida la participación de pacientes españolas en estudios clínicos con fármacos innovadores o nuevas estrategias que prometen nuevas vías terapéuticas”, concluye González. FV
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