Ésta es la primera vez que, en una reunión de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), se aborda la nanotecnología aplicada a la dermatología. La nanotecnología es la ciencia que se dedica al estudio del control y manipulación de los materiales a escala nanométrica.
En el ámbito de la dermatología, las nanopartículas pueden emplearse en tratamientos para la piel por vía tópica, oral, ótica y oftálmica. “Existen tratamientos desarrollados con esta tecnología para tratar enfermedades, como la psoriasis, el vitíligo, la alopecia o la dermatitis”, asegura Serrano.
Actualmente se está estudiando el comportamiento y los beneficios, así como los posibles efectos secundarios de las nanopartículas de origen no lipídico. Las de origen lipídico, en cambio, “son perfectamente asimilables por nuestro organismo, ya que su composición es análoga a la piel". Serrano subraya: "Son, precisamente, estas nanopartículas las que se utilizan en dermatología y cosmética”.
“Las nanopartículas no sólo sirven para el tratamiento, sino también para el diagnóstico de diferentes patologías. De esta manera, pueden marcarse con anticuerpos para que localicen determinadas células enfermas. Si se cargan estos nanosomas con anticuerpos marcados con fluoresceína, podremos localizar y hacer visibles las células afectadas. Además, si cargamos las nanopartículas con medicamentos, conseguiremos un tratamiento efectivo para solucionar el problema”, explica Serrano.
El experto destaca que, en estos momentos, los especialistas están trabajando en una nueva generación de productos de uso tópico y en nanonutricosméticos (suplementos de la dieta) que incorporan activos encapsulados en nanosomas que los hacen más efectivos. Gracias a su eficacia pueden llevar menos dosis y reducir, así, los efectos secundarios. FV
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