Durante los últimos meses el mercado farmacéutico se ha visto afectado por una serie de decretos sucesivos acompañados de medidas regionales aplicadas en cada Comunidad Autónoma. Actualmente, el sector se encuentra sumido en una grave crisis financiera y el alto grado de incertidumbre al que se enfrenta dificulta la gestión y hace imposible la planificación estratégica a medio plazo.
El mercado ha visto como a la evolución del modelo de precios de referencia se unían la obligatoriedad de prescribir por principio activo o la definición de un sistema de precios menores que, de hecho, ha acabado convirtiéndose en la dispensación del producto más barato.
El informe indica que es el segmento de las marcas el que más decrece frente a un segmento de genéricos, que mantiene tasas de crecimiento cercanas al 20%. Pero la reducción de precios no es suficiente para cubrir los objetivos de eficiencia del sistema y las medidas de contención del gasto no podían acabar ahí.
Así, durante las tres semanas previas a la implantación del copago se produjo un crecimiento de la dispensación justificado por la existencia de un efecto aprovisionamiento previo a la medida. En las dos primeras semanas se vendieron un 23% menos de unidades que en las dos semanas previas, el dato marcaba un decrecimiento de un -11% frente a las mismas semanas del año anterior.
La evolución de las ventas semanales y el análisis de las mismas a nivel autonómico dejan claro que el efecto es continuo en el tiempo. Después de 14 semanas el mercado total en unidades sigue presentado crecimientos negativos cada semana y en todos los segmentos de productos: marcas/genéricos, productos baratos/productos de alto precio… Y el dato es aún más relevante en valores donde el efecto de la reducción de precios multiplica el efecto negativo que se observa en volumen. FV
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