Como paso previo a la publicación del Libro Blanco sobre la Calidad de Vida del Paciente con Incontinencia, respaldado por el Instituto Indas dentro de su Programa ConfortPad, se han realizado dos estudios relacionados con este tema, uno epidemiológico y otro de carácter sociológico, en los que se valoran la prevalencia y los tipos de incontinencia urinaria y su repercusión en la calidad de vida.
El estudio de prevalencia y tipos de Incontinencia Urinaria y su repercusión en la calidad de vida ha sido realizado por el Grupo Nacional de Trabajo en Incontinencia Urinaria, coordinado por el doctor José Mª Dios, médico de Atención Primaria de Tordoia (A Coruña). Por otra parte, el estudio sociológico de la calidad de vida en el paciente incontinente está siendo realizado por el Gabinete de Estudios Sociológicos Bernard Krief.
REPERCUSIONES EN LA VIDA DIARIA
En relación con la calidad de vida de los pacientes, los problemas de incontinencia influyen principalmente en el desarrollo de actividades cotidianas, les impide hacer excursiones o viajes, les afecta en su cuidado personal, es un obstáculo para la realización de actividades de ocio y trabajos domésticos… El grado de afectación también se ve relacionado con la frecuencia de escapes, en general; a mayor frecuencia, la calidad de vida empeora.
Un aspecto importante que ha desarrollado el presente estudio es obtener una clasificación tipológica de grupos de pacientes según sus actitudes y comportamientos ante la enfermedad. Así, finalmente, se han recogido cuatro grupos o tipologías de personas con incontinencia urinaria, diferenciadas por su actitud ante la enfermedad y ordenadas de mayor a menor calidad de vida:
• En el Grupo I nos encontraríamos un 36% de los afectados, donde el mayor número de personas todavía siguen en activo laboralmente y a los que la enfermedad aún no les condiciona en su vida personal, ya que las pérdidas que sufren son esporádicas.
• En el Grupo II, con un 22,4%, se encuentran aquellas personas a las que la incontinencia urinaria les empieza a afectar en su vida cotidiana, ya que sus pérdidas son frecuentes.
• En el Grupo III, compuesto por el 17,2% de los pacientes, encontramos a las personas más afectadas emocionalmente, de las cuales un tercio ya precisa ayuda específica de otra persona para la mayor parte de las actividades de la vida diaria.
• El último, el Grupo IV, comprende a un 22,2% de los enfermos. A estos pacientes la incontinencia urinaria les ha obligado a dejar de hacer actividades de ocio, sociales y les ha impedido hacerse cargo de su propio cuidado personal, haciendo que su propia percepción de autoestima y sobre su estado de salud sea mala o muy mala.
UNA ENFERMEDAD DESCONOCIDA
La incontinencia urinaria es una de las enfermedades más desconocidas por la sociedad, lo que lleva a ser infradiagnosticada y ocultada por los pacientes, restándole importancia y considerando que es causada por el envejecimiento.
Los resultados del estudio epidemiológico arrojan una serie de datos muy importantes para conocer la verdadera dimensión de la incontinencia urinaria en nuestro país.
Con los resultados de este estudio se puede afirmar que la incontinencia urinaria es un grave problema de salud, ya que lo padece la tercera parte de los españoles mayores de 39 años. Esta dolencia afecta más a las mujeres que a los hombres, llegando a padecerla la mitad de las españolas mayores de 74 años. Aunque las mujeres son más proclives, por diversas causas a padecer incontinencia urinaria a lo largo de su vida, el 26,84% de los hombres mayores de 39 años son pacientes de esta dolencia, frente a un 36,01% de las mujeres, por lo que no se puede afirmar que la incontinencia urinaria sea una enfermedad típicamente femenina.
La percepción de la población es que a mayor grado de “pérdida”, mayor es la afectación en la calidad de vida del paciente.
Destaca que un 23% de los enfermos no consulta sus problemas de incontinencia con ningún profesional sanitario. Las principales causas por las que no acuden a ningún profesional son: por restarle importancia (54%), creer que es un problema que ocurre con la vejez (14%), miedo a diversas pruebas molestas (9%), pensar que es un problema sin solución (7%) y por vergüenza (3%).
El 57% de los pacientes que consultan su problema con un profesional sanitario acude por primera vez a un médico de Atención Primaria, el 21% al urólogo y un 20% al ginecólogo. Sin embargo el seguimiento es realizado principalmente por los especialistas urólogos y ginecólogos (67%), y en menor medida con el médico de Atención Primaria (27%).
