“La farmacia española está atravesando un período crítico que afecta a su evolución profesional, científica y económica, y necesita tomar decisiones basadas en datos objetivos y comparativos, según su tamaño y tipos de venta” explica Alberto García Romero, Presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid.
El XIII Informe Aspime revela que después de la aplicación durante algo más de diez años del Real Decreto Ley 5/2000, en 2010 la Oficina de Farmacia española ofrece unas cifras preocupantes en disminución de márgenes netos, y concentra la mayor caída en las grandes farmacias.
Costes laborales
A lo largo de 2011 se han deteriorado todas las estructuras laborales, lo que pone en peligro la subsistencia, tanto de las farmacias pequeñas -en su mayor parte rurales-, como de las grandes farmacias, en las que cualquier desviación sobre sus presupuestos afectan a su estrategia de supervivencia comercial.
Planificación financiera
La crisis de liquidez de las Administraciones Públicas, las restricciones extremas en los presupuestos públicos, el declive en las ventas y el esfuerzo fiscal desarrollado por el farmacéutico a través de su contribución impositiva, son factores que afectan a la Oficina de Farmacia y la obligan a realizar una rigurosa planificación financiera. Juan Antonio Sánchez Dantas, Socio Coordinador General de Aspime, destaca que “a pesar de que el farmacéutico lleva conviviendo cuatro años con el «nuevo» IRPF 2007, la fiscalidad de la actividad empresarial de la oficina de farmacia no se ha visto mejorada significativamente con la nueva legislación”.
El Informe ha sido elaborado por Aspime, asesoría especializada en Oficina de Farmacia, y patrocinado por el Club de la Farmacia de Almirall. FV
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