Los impagos de las administraciones públicas a las oficinas de farmacia, acrecentados en los últimos meses por el recrudecimiento de la crisis económica, ha empujado a la filial española del grupo sueco Cederroth ha desarrollar iniciativas específicas con las que ayudar a sus canales de venta a superar la difícil coyuntura actual y, en especial, a las farmacias.
A día de hoy, las comunidades autonómicas adeudan casi 2.000 millones de euros a las boticas de toda España, lo que se agrava dado que los farmacéuticos, como trabajadores autónomos, han tenido que adelantar el IVA de facturas que aún no han sido cobradas. “Ahora más que nunca necesitamos una acción común para tratar de ayudar a superar la crisis en los canales en los que distribuimos nuestros productos, como es el canal farmacia. Es nuestra obligación ayudarlas en la medida de lo posible a superar la situación actual”, comenta Torres.
Precisamente, el funcionamiento del modelo sanitario actual ya fue determinante para que Cederroth Ibérica, que en estos momentos se halla ampliando su fábrica en Barcelona para convertirse en centro mundial de producción de apósitos y esparadrapos para la matriz sueca, se apartara del sector público. Un ámbito capaz de minar la salud financiera de las empresas por la necesidad constante de financiación frente el retraso en el abono de las facturas por parte de las administraciones. FV
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