Se asume el problema y no se buscan soluciones
Aún así, es un problema poco consultado porque la persona no suele darle la importancia que se merece y lo asume como algo normal. Tanto es así que casi el 70% de los afectados no busca ayuda por vergüenza o ignorancia, según la Asociación de Pacientes con Pérdidas de Orina y Urgencia Miccional (APPO).
La incontinencia urinaria incide en el descanso y el desempeño de la actividad laboral y del ocio, con consecuencias tanto físicas (lesiones cutáneas y problemas de higiene) como psicológicas (aislamiento y depresión).
A pesar de ello, si se trata adecuadamente, no tiene porqué impedir llevar una vida activa y satisfactoria. Es muy importante tener en cuenta que la prevención es tan importante como el tratamiento, ya que la puede retrasar e incluso llegar a evitar. Por tanto, todas las mujeres deberían hacer una consulta a su médico, incluso antes de comenzar a notar algún síntoma, sobre todo si se han tenido hijos.
Las causas
El 30% de las madres primerizas sufren pérdidas de orina durante el último trimestre de su embarazo y el 8% las siguen teniendo después del parto. Además, las posibilidades de sufrirlas aumentan con la edad. El porcentaje de afectación en mujeres menores de 45 años es del 5%, cifra que sube hasta el 8% en mujeres de 45-50 años y alcanza el 12% en la franja que va hasta los 64.
Las mujeres forman el colectivo más afectado: 3 de cada 4 son incontinentes. En hombres suele producirse después de una intervención quirúrgica de próstata, uretra o vejiga. Hay causas que pueden influenciar en la aparición de pérdidas leves de orina, como el tabaquismo, la obesidad, la diabetes o la toma de ciertos medicamentos, por lo que seguir unos hábitos saludables de nutrición, ejercicio y descanso son totalmente necesarios.
Solución absorbente
El farmacéutico puede ayudar a marcar las pautas a seguir en cada caso y ofrecer algunos consejos, ya que es un profesional cercano y altamente capacitado para hacerlo. Lo demuestra el índice de fidelidad a la farmacia habitual en España, que supera el 70%.
Además del tratamiento farmacológico, existe el rehabilitador, quirúrgico o paliativo, como son las compresas absorbentes y otros productos similares que encontramos en la oficina de farmacia. Éstos deben tener unas características claras:
• Ser capaz de absorber y retener la orina; la seguridad tiene que ser total.
• Evitar la sensación de humedad, asegurando que la orina pasa rápidamente al interior y se difunde uniformemente a lo largo del absorbente.
• Tiene que neutralizar el olor.
• Proteger de las irritaciones, con aloe vera que tiene propiedades antiinflamatorias.
• Debe ofrecer una gama amplia de cantidades de absorción para cubrir todas las necesidades. Incluso existen modelos con aspecto de ropa interior textil.
Los ejercicios de Kegel son imprescindibles
Arnold Kegel propuso unos ejercicios sencillos, inocuos y de eficacia probada, para fortalecer el suelo de la pelvis y evitar así las pérdidas de orina. El Instituto Indas recomienda a los pacientes con incontinencia (especialmente si es incontinencia de esfuerzo) que realicen a diario una tabla de dichos ejercicios de contracción para tonificar los músculos del suelo pélvico.
Realizar estos ejercicios de forma continuada ayudará a mejorar la función de la musculatura y su capacidad de contracción y continencia. Asimismo, favorece un mejor conocimiento del cuerpo por parte del paciente, quien sabe cómo debe contraer la musculatura. Todo ello le aporta mayor tranquilidad y confianza en sí mismo, lo que contribuye a mejorar su calidad de vida.
¿Cómo se realizan los ejercicios?
En primer lugar, es necesario un período de aprendizaje para conocer mejor esa zona del cuerpo. La disposición de los músculos del suelo pélvico alberga tres anillos: alrededor de la uretra, otro alrededor de la vagina, y el último alrededor del ano. Por ello, es fundamental aprender a contraerlos de delante a atrás y a relajarlos.
A partir de ahí, el programa estándar para mujeres que saben contraer los músculos del suelo pélvico consiste en:
• Contraer los músculos de alrededor de la uretra, la vagina y el ano, y apretar hacia adentro y arriba, tratando de mantener la contracción durante unos 5 segundos y a continuación relaja los músculos durante un tiempo semejante al que han estado contraídos. Repetir este ejercicio hasta un máximo de 12 contracciones.
• También lo podemos realizar contrayendo la musculatura de la vagina subiendo y bajando escaleras, haciendo pausas en los rellanos tras mantener la contracción unos segundos.
• Para mejorar los síntomas de escapes involuntarios de orina con los esfuerzos, se ha demostrado que la práctica de estos ejercicios es eficaz, si se hacen estas doce contracciones entre dos y tres veces cada día.
FV
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