La resistencia a los antibióticos es un problema de salud pública que pone en riesgo a aquellos pacientes que necesitan o van a necesitar los antibióticos en situaciones críticas para su salud. Es de vital importancia que la población haga un uso responsable de los antibióticos y que siga rigurosamente la prescripción médica. Se deben tomar las dosis recomendadas, a las horas indicadas y durante los días establecidos por el médico o se corre el riesgo de favorecer el aumento de las resistencias.
Uno de los principales problemas en relación con las bacterias resistentes es el aumento de la resistencia a antibióticos de última línea, es decir, de aquellos que se consideran como la última opción disponible para el tratamiento de la infección. Por este motivo, este año el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos tiene como fin concienciar sobre esta situación, ya que limita de forma seria las opciones de tratamiento en pacientes graves infectados por bacterias multirresistentes, aquellas resistentes a tres o más familias de antibióticos.
El Dr. Jesús Oteo, miembro de la SEIMC e investigador titular del Laboratorio de Antibióticos del Centro Nacional de Microbiología, advierte “debemos ser conscientes de que el número de nuevos antibióticos en investigación es escaso. Si los problemas de resistencia continúan al ritmo actual, podríamos enfrentarnos a una situación semejante a la de la era pre-antibiótica en la que no había tratamiento adecuado para las infecciones bacterianas”. FV
{jcomments on}