Por ello, esta empresarial rechaza cualquier tipo de nuevo retraso en el cobro de las facturas y asegura que el colectivo no tiene capacidad para soportar más medidas ni incidencias que agraven su situación económica.
Según las gestorías consultadas por FEFAC, el 27% de farmacias catalanas (más de 800) están al límite de su supervivencia y esta situación se puede ver muy agravada con el retraso en el pago de las facturas de medicamentos, ya que el 80% de la facturación de las farmacias corresponde a recetas que tiene que pagar el CatSalut. FEFAC advierte del efecto negativo que esta nueva circunstancia puede tener sobre las plantillas, puesto que las farmacias son propiedad de trabajadores autónomos que requieren de solvencia para pagar a sus empleados mensualmente. Además, en los últimos años, el sector en Catalunya ha asumido un gran número de nuevos trabajadores, que en la actualidad alcanzan los 11.800 empleados directos. Solo en la provincia de Barcelona, la cifra de farmacéuticos que trabajan en oficinas de farmacia ha aumentado un 44% del año 2000 al 2009, un incremento que, según FEFAC, se hace inasumible en estos momentos.
El aumento de la inversión que han tenido que hacer las farmacias también ha sido provocado por la adaptación al sistema de receta electrónica, con un coste anual de 4,5 millones de euros. Los datos sobre la evolución del gasto correspondiente a recetas públicas facturadas a las farmacias a pagar por el CatSalut muestran una tendencia a la baja de sus ingresos. A pesar de que el número de recetas públicas facturadas en Catalunya ha crecido de forma constante en los últimos 10 años, la facturación ha bajado notablemente: si en 2003 el gasto farmacéutico experimentaba un incremento del 12%, ahora la situación es de decrecimiento, con una bajada actual del 7,7%.
Otro de los efectos indeseados es que se puede producir un desabastecimiento de medicamentos, dado el elevado coste de los estocs que sustentan las farmacias. Por todo ello, FEFAC pide que se busque una solución urgente al pago de la factura a las farmacias al Servicio Catalán de la Salud, para no poner más en riesgo la viabilidad del sector y continuar ofreciendo a los usuarios un servicio sanitario de calidad. FV
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