El estrés no se trata de tener una semana muy ocupada en el trabajo y sentir que la carga de trabajo te está matando. Cuando decimos estrés, nos referimos a la condición física y mentalmente agotadora en la que duermes mal por la noche, te preocupas todo el tiempo, tienes presión arterial alta, te sientes deprimido y tu organismo está totalmente desequilibrado.
Mucha gente sufre de estrés y, en realidad, puede ser bastante dañino a largo plazo porque afecta la bioquímica del cuerpo de diferentes maneras.
Participa en todas las funciones del cuerpo
Lo que quizás no sepa es que el estrés reduce los niveles de magnesio, un mineral que está involucrado literalmente en todas las funciones corporales imaginables. Más de 300 procesos enzimáticos diferentes en el cuerpo requieren magnesio para funcionar sin problemas, por lo que es fácil imaginar lo que puede suceder si tiene muy poco de este nutriente. Para empezar, nuestras dietas son relativamente bajas en magnesio, y el estrés lo empeora mucho al consumir grandes cantidades de este nutriente.
Curiosamente, según un artículo publicado en la revista científica Nutrients, en noviembre de 2020, los síntomas de la deficiencia de magnesio y el estrés son bastante similares. Algunos de los más comunes son fatiga, irritabilidad, tensión muscular y falta de energía.
Vital para los nervios y los músculos
Esto tiene mucho sentido si observa más de cerca cómo funciona el magnesio. Es necesario para el funcionamiento normal y saludable de los músculos y los nervios.
Esto se debe al papel del magnesio en la distribución del calcio en el cuerpo. Se asegura de que el calcio llegue a los tejidos duros, como los huesos y los dientes, donde se necesita, pero no llegue a los tejidos blandos, como los nervios y los músculos.
Si te falta magnesio, eres mucho más vulnerable a tener mayor cantidad de calcio en los tejidos blandos y eso puede causar mal funcionamiento de los nervios y los músculos.
El estrés es una respuesta antigua
El estrés, desde un punto de vista básico, es una reacción natural del cuerpo que está diseñada para ayudarnos a sobrevivir. Es el proceso bioquímico básico detrás de la reacción de lucha o huida lo que obligó al hombre antiguo a decidir rápidamente si era mejor enfrentarse a la amenaza inminente, a un animal salvaje u otro ser humano, o huir.
En cualquier caso, el cuerpo se prepara para esto liberando ciertas hormonas. Además, la respiración, el ritmo cardíaco y la presión arterial aumentan y todo el cuerpo se pone tenso para prepararse para correr o luchar por su vida. Todo esto es temporal y el cuerpo vuelve a la normalidad una vez que desaparece la amenaza. Con el estrés, en la vida moderna, es diferente. El cuerpo se mantiene permanentemente en “modo de alerta” y eso es extremadamente malo para la salud.