En este sentido, Ana Mª Giménez-Arnau, especialista en Dermatología, indica que “debemos cuidar la piel a cualquier edad, aunque los niños y las personas de edad avanzada requieren mayores atenciones, ya que se caracterizan por un déficit inmunológico y, por lo tanto, es necesario que mantengan una buena hidratación y que se protejan de la radiación solar”.
Entre los consejos proporcionados para pieles de niños recién nacidos, Ana Mª Giménez-Arnau indica que “es necesario lavarse las manos frecuentemente para prevenir infecciones, bañar al bebé diariamente con preparados no espumosos, cortarle las uñas, desinfectar el área umbilical, eliminar la descamación fisiológica con emolientes y cuidar el pliegue de las ingles para evitar la dermatitis del pañal”. En cuanto a las indicaciones destinadas a la infancia, destaca que “el desarrollo inmunológico se completa durante este periodo de edad, por lo que hay que tener especial cuidado en la higiene de la piel del niño y en la protección de la radiación ultravioleta”. Además, “es en este periodo donde se debe fomentar la educación en lo que se refiere a la protección de la radiación solar”.
Durante la adolescencia, el acné, el hirsutismo y los trastornos del sudor suelen ser las anomalías más frecuentes, por lo que es importante tener cuidado con el uso de tintes capilares, piercings y tatuajes y lámparas bronceadoras UVA. Ana Mª Giménez-Arnau señala que la calidad de la piel del adulto está en gran medida condicionada por los hábitos en edades previas, para lo que recomienda desde una buena hidratación, el empleo tópico de vitamina A y derivados y el aporte dietético de los principios activos esenciales para las funciones vitales cutáneas, aminoácidos o lípidos. En el caso de los mayores de 60 años, es fundamental la prevención de la piel frente a los síntomas del envejecimiento.
La dermatóloga añade que “la piel puede mostrar signos de alerta” y ante cualquier anomalía, Ana Mª Giménez-Arnau concluye que “los farmacéuticos tienen un papel importante porque pueden contribuir conociendo la patología cutánea y sabiendo recomendar al usuario la mejor actitud frente a un problema; es fundamental una correcta formación en las enfermedades de la piel para orientar adecuadamente al usuario hacia la atención médica en busca de un diagnóstico preciso”. FV
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