Los participantes en el estudio recibieron asesoramiento nutricional durante seis meses sobre una dieta terapéutica baja en grasas saturadas, la dieta habitual o una dieta intensiva, por lo que el asesoramiento se realizó a diferentes frecuencias. Los investigadores observaron que el cambio en el LDL, desde el inicio hasta la semana 24, fue de un -3,0% o -8,0% mg/dL en la dieta de control. En la dieta de rutina y la dieta intensiva los cambios porcentuales fueron de un -13,1% o -24,0% mg/dL y de un -13,8% o -26,0% mg/dL de LDL, respectivamente.
Los autores afirman que este estudio indica el valor potencial del uso de alimentos para reducir el colesterol y defienden que este enfoque tiene una importante aplicación clínica, ya que se puede obtener un significativo 13% en la reducción del LDL después de solo dos visitas a la clínica de aproximadamente 60 y 40 minutos por sesión. FV
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