Cómo tomar prebióticos y probióticos
Aunque los probióticos y los prebióticos son productos básicos en el autocuidado, la orientación de los profesionales sanitarios es vital. “Es importante distinguir que no todos los probióticos ni todos los prebióticos son iguales, por lo que es necesario determinar la cepa específica para tratar cada patología o dolencia y que sea más efectiva”, expone la Dra. Arriaza.
En el caso de los probióticos, una cepa determinada puede tener una indicación específica, por lo que es muy importante saber para qué patología sirve. En el caso de los prebióticos, existen fibras solubles e insolubles, fermentables y no fermentables, por lo que también es importante saber que tipo de fibra se necesita para cada patología.
En este sentido, se debe tener en cuenta que exista evidencia científica, ensayos clínicos que acrediten que esas cepas de probióticos y esos tipos de prebióticos sirven para tratar esa patología. “En el caso del Síndrome del Intestino Irritable (SII), por ejemplo, existe mucha evidencia científica de qué probióticos sirven para tratar la patología. En Farmasierra contamos con Alflorex®, un producto sanitario indicado para el tratamiento del SII que contiene la cepa 35624® de Bifidobacterium longum que ha pasado por estudios clínicos que prueban su eficacia para tratar esta patología”, explica la Dra. Arriaza.
En el caso de tener alguna intolerancia, como a la lactosa o al gluten, el uso de probióticos y prebióticos es aún más importante, ya que estos complementos fabricados de forma estandarizada pueden ayudar a mejorar la microbiota intestinal de estas personas.
Estos productos no cuentan con ningún tipo de contraindicación, pero sí que es recomendable un seguimiento por parte de un profesional sanitario en el caso de que se tenga algún tipo de patología inmunodepresora, ya que al tomar probióticos se introduce una bacteria en el organismo.
Aunque los prebióticos puedan encontrarse en alimentos como la piña, la cebolla, el ajo o el espárrago de manera natural, las cantidades de estos alimentos que deberían comerse para conseguir la fibra proporcionada por un prebiótico serían ingentes. Por ello, lo recomendable es llevar a cabo una dieta saludable, comer despacio y realizar cinco comidas al día. Es bueno hacer una suplementación y tomar complementos, tanto de prebióticos como de probióticos, para mejorar la salud intestinal pero siempre que cuenten con una garantía farmacéutica de fabricación. “Es muy importante que estos productos se fabriquen de forma estandarizada y cuenten con la garantía farmacéutica”, concluye la Dra. Arriaza.