El objetivo de la investigación es mostrar el conocimiento de la población española sobre la radiación solar y su nivel de concienciación a la hora de protegerse. De acuerdo con estos datos, los españoles son conscientes de los peligros del sol, pero el 43% no siempre toma medidas frente a él y la principal preocupación de mayoría de ellos (71%) son las quemaduras. Asimismo, las personas de piel morena demuestran ser menos conscientes de los efectos del sol en su piel. El coordinador del Grupo de Trabajo de Epidemiología y Promoción de la Salud en Dermatología de la AEDV y profesor titular de Dermatología de la Universidad de Granada, Agustín Buendía, señala que “en general, las mujeres suelen ser más constantes a la hora de protegerse, se aplican con más frecuencia y conceden más importancia a los posibles efectos a largo plazo, como el envejecimiento de la piel”.
La jefa de la Sección de Dermatología del Hospital 12 de Octubre de Madrid y miembro del Instituto Dermae, Aurora Guerra, considera que el problema de la radiación IR-A es que “pasa inadvertida” porque “no sienten que aumente la temperatura de su piel ni ven sus efectos a primera vista”, aunque “la radiación IR-A penetra profundamente en la piel y agrava los efectos de la radiación UV, provocando severos daños como el envejecimiento de la piel y la destrucción del ADN celular”.
El estudio refleja que las comunidades del norte de la península tienden a tomar el sol en cualquier ocasión, pero se protegen mejor. Los habitantes de Navarra (67%), Asturias (66%) y País Vasco (66%) son los que toman medidas generales de protección solar de manera más regular. Los que menos se protegen son los de Baleares (43%), Galicia (48%) y Andalucía (53%), aunque son comunidades habituadas a la radiación solar. Agustín Buendía recuerda que, aunque creen que su piel ya está acostumbrada a las radiaciones, “los daños provocados por la radiación se acumulan a lo largo de la vida y, aunque la piel esté bronceada, la radiación sigue penetrando en ella”. FV
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