Formar parte de este movimiento solidario es muy sencillo: el paciente que vaya a la farmacia a comprar su mascarilla solo debe dejar pagada una de más para que los farmacéuticos y demás personal de la farmacia puedan entregarla a personas sin recursos. Este pequeño pero gran gesto puede contribuir a minimizar el impacto del virus en nuestra sociedad, pues esta medida tiene el doble efecto de evitar que esas personas contraigan la enfermedad y que a su vez contagien a otras.
Gracias a la solidaridad de todos Los Enmascarados, a la implicación de las farmacias y a muchos medios de comunicación que han servido de altavoz a esta iniciativa, que está presente en más de 200 farmacias a nivel nacional, una cifra que sigue creciendo poco a poco desde que la acción vio la luz a principios del mes de junio.