El objetivo de la iniciativa es concienciar a la población de la importancia del consumo del pan en el marco de una dieta sana y equilibrada. El pan ha sido, recientemente, objeto de muchas especulaciones sin fundamento científico, lo que ha contribuido a que muchas personas hayan optado por reducirlo o, incluso, suprimirlo de sus dietas, aumentando el riesgo de sufrir desequilibrios en la alimentación. Según Marcela González-Gross, “a pesar de sus numerosos beneficios nutricionales, el consumo de pan ha descendido por su inmerecida fama de que engorda”, de forma que considera “necesario que los ciudadanos tengan la máxima información y así, desterrar falsas creencias como ésta”. Por este motivo, cree que el farmacéutico es “un gran aliado, por ser un profesional que se comunica de forma directa y abierta con el paciente y por el alto nivel de aceptación y confianza que tienen sus consejos”. Josep A. Tur coincide con esta idea: “Los farmacéuticos debemos ser conscientes del papel que desempeñamos como prescriptores de hábitos saludables y concienciar a la población de la importancia de no abandonar el pan en una dieta sana y equilibrada”.
La campaña se basa en diez razones por las que no hay que abandonar el pan en la dieta diaria, como su gran valor nutricional como fuente de hidratos de carbono complejos, fibra, vitaminas y minerales, así como su escaso aporte de grasa. También se señala su protagonismo en la alimentación a lo largo de los años como pilar de la dieta mediterránea y su ubicación en la base de la pirámide de la alimentación, además de la gran variedad de texturas y sabores y la versatilidad de la oferta, adaptada a hipertensos, celíacos o diabéticos.
Las cifras de consumo de pan en las Islas Baleares no alcanzan las recomendaciones nutricionales de los expertos, ya que la media en 2009 fue de 30,6 kg, según el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino; una cifra muy inferior a los 70-80 kg que se consumirían cumpliendo la recomendación de consumo diario de 220 gramos. FV
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