La innovación incremental es un proceso de mejora de los medicamentos ya existentes, menos llamativo que el de la innovación radical pero no por ello menos importante. Dicho de forma sencilla, es un cambio que afecta a los fármacos que ya utilizamos mejorándolos en función de las necesidades y demandas de los propios pacientes y médicos y con el fin esencial de facilitar el uso y la eficacia, la eficiencia y, en especial, la calidad de vida de las personas. Se da la paradoja de que, más allá de los colectivos más beneficiados, la sociedad en general e incluso las propias administraciones sanitarias no valoran en su medida el alcance y la mejora que esta innovación aporta. Las pacientes, sin embargo, lo tienen claro.