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El cambio horario afecta a todos los países de la Unión Europea y ha sido motivo de debate en muchas ocasiones. Su objetivo es lograr un mayor ahorro energético y aprovechar las horas de luz natural, pero ha quedado demostrado que puede tener consecuencias sobre nuestro bienestar. De momento, la resolución sobre su supresión se ha visto retrasada con motivo de la crisis sanitaria que estamos viviendo. Por lo tanto, el próximo 31 de octubre a las tres de la madrugada volveremos a tener que atrasar una hora nuestros relojes.